- Podríamos decir, aunque suene esquemático, que hay tres momentos en el desarrollo de un amor maduro: enamoramiento, desilusión y aceptación de la realidad. En el primer momento, el amado es alguien maravilloso, no tiene defectos, nadie es mejor que él, está terriblemente idealizado, casi endiosado. El amado se ve engrandecido y en cambio uno se ve empequeñecido, hasta el punto tal de no poder entender cómo alguien tan perfecto se ha fijado en uno. En el segundo momento comenzamos a percibir algunas imperfecciones en la persona amada. Vemos que ante determinadas situaciones su carácter no es el mejor, que en algunas cosas se equivoca, y esos rasgos, que ya estaban pero que el enamoramiento nos impedía percibir, nos producen pena y desilusión, y así como en el primer momento ya queríamos casarnos y estar juntos para toda la vida, en este segundo momento es probable que queramos que se vaya para siempre. - Entonces, ¿Qué se debe hacer? - Reconocer que ambos momentos son engañosos, y que ninguno de los dos es el amor. - ¿Y qué es el amor, entonces? - El amor es un tercer momento en el cual vemos al otro como es. Ni tan idealizado ni tan degradado. No es ni Dios ni el Demonio. Disfrutamos de sus virtudes y aceptamos sus faltas. Y a pesar de ellas lo aceptamos y podemos ser felices a su lado. Recién ahí podemos hablar de un amor maduro con posibilidades de proyectarse en el tiempo de una manera sana. Por que la clave del amor, como me dijo alguna vez mi analista, está en reconocer los defectos del otro y preguntarse sinceramente si uno puede tolerarlos sin estar todo el tiempo protestando, y ser feliz a pesar de ellos. - Gabriel Rolón, Historias de Diván.
Adaptarse o morir. Lo hemos escuchado tantas veces, la lección no es tan fácil. El problema es que somos humanos, y queremos algo más que sobrevivir. Queremos amar, queremos el éxito. Queremos ser lo mejor que podamos, por lo tanto, nos peleamos como locos para conseguir esas cosas. Cualquier otra cosa se siente como la muerte.
La chica cabreada compartía con su novio la pasión por el ajedrez. Ellos siempre decían que el amor era como el ajedrez. Que hay gente que ama con movimientos rápidos, como los alfiles o las torres. Otros quieren de forma extraña, como los caballos. Y finalmente hay otros que son como peones, que no saben amar, sólo saben dar un paso corto, pero esos pueden llegar al final del tablero y conseguir encontrar otra forma de querer.
…se puede, aunque cuesta, dejar de estar enamorado de alguien pese a que nunca lo dejemos de querer. Sólo hay que saber verlo como lo que es en este momento, y no como lo recordamos cuando lo amábamos. Ése es el truco. Eso es lo que yo creo: el amor se termina cuando hay más recuerdos que sueños.
La distancia no es un problema; el problema somos los humanos. No sabemos amar sin tocar, sin ver o sin escuchar. Y el amor se siente con el corazón, no con el cuerpo.
A mi mamá, Teresa, le encantaban las fotonovelas de Corín Tellado, Ángel, mi papá, que ya lo sabía, le regaló una de estas fotonovelas como pretexto, para hacerle llegar dentro de sus páginas, una carta donde le declaraba su amor y le proponía "que por medio del matrimonio, hagamos un lazo que nos una toda la vida".
Señorita
Teresa Evangelista
¡Lita de mi alma!
Mi dulce amor, no sé si llama felicidad el día que te ví por primera vez, porque desde entonces se han quedado penetradas en mi, las bellas facciones de tu encantadora imagen, y no pudiendo mi corazón callar por mas tiempo este secreto de amor, he decidido revelarte por medio de estas cortas líneas, que mi corazón es tuyo y mi amor te pertenece.
Espero me contestes favorable, para que por medio del matrimonio, hagamos un lazo que nos una toda la vida, ya que mi mayor deseo es vivir junto a ti, para brindarte todo el cariño y ternura que tiene mi corazón.
Esperando contesta, me despido de ti, apasionadamente tuyo,
Angel Serrades.
Este post se lo dedico a mis amados padres, Ángel Serrades y Teresa Girot, y con mucho gusto les comparto la canción "amorcito corazón", que Angelito, le dedicó a Teresita, cuando le pidió matrimonio...
El cerebro es el órgano más misterioso del cuerpo humano. Aprende, cambia, se adapta. Nos dice lo que vemos, o lo que oímos. Nos deja sentir el amor. Creo que alberga nuestra alma. No importa lo mucho que investiguemos, nadie puede saber cómo funciona la delicada materia gris del cerebro. Y cuando está dañado, cuando el cerebro humano está traumatizado, bueno… ahí es cuando es aún más misterioso.
A veces miro mis manos y me doy cuenta de que podría haber sido un gran pianista o algo así. Pero, ¿qué han hecho mis manos? Rascarme las pelotas, firmar cheques, atar zapatos, tirar de la cadena de los inodoros, etc. He desaprovechado mis manos. Y mi mente.
Cada célula del cuerpo humano se regenera en promedio cada siete años. Como las serpientes, a nuestro modo, mudamos la piel. Biológicamente, somos personas completamente nuevas. Es posible que parezcamos los mismos. Probablemente sea así. El cambio no es visible… por lo menos no en la mayoría de nosotros. Pero todos cambiamos completamente para siempre.
Decir cosas como, “la gente no cambia”, vuelve locos a los científicos porque el cambio es literal. Lo único constante en la ciencia. La energía, importa, está siempre cambiando, transformándose, fusionándose, creciendo… muriendo. La forma en la que la gente trata de no cambiar, es antinatural. La forma en la que nos aferramos a las cosas que eran en lugar de aceptar lo que son. La forma en la que nos aferramos a los viejos recuerdos en lugar de generar nuevos recuerdos. La forma en la que insistimos en creer a pesar de cada indicación científica que todo en esta vida es permanente. El cambio es constante. Cómo experimentamos el cambio está en nuestras manos. Podemos sentir como si muriéramos o podemos tomarlo como una segunda oportunidad. Si abrimos nuestros dedos, nos relajamos, nos dejamos llevar… Se puede sentir como adrenalina pura. Como si en cualquier momento pudiéramos tener una nueva oportunidad en la vida. Como si en cualquier momento, pudiéramos volver a nacer.
Cuando estalla una guerra la gente dice: "Esto no puede durar, es demasiado estúpido." Y sin duda una guerra es demasiado estúpida, pero eso no impide que dure. La estupidez insiste siempre.
No es solo a quien extrañas en la madrugada, en tus ratos de soledad. Es a quien extrañas a las 3 de la tarde, cuando estás en medio de una carcajada con tu grupo de amigos y de la nada te detienes, y piensas “ojalá estuviera aquí o yo estuviera ahí, o tan solo estuviéramos juntos".
Pasarán estos días como pasan todos los días malos de la vida. Amainarán los vientos que te arrasan. Se estancará la sangre de tu herida. El alma errante volverá a su nido. Lo que ayer se perdió será encontrado. Y dirás frente al mar: ¿Cómo he podido anegado sin brújula y perdido llegar a puerto con las velas rotas? Y una voz te dirá: ¿Que no lo sabes? El mismo viento que rompió tus naves es el que hace volar a las gaviotas...
La gente no aprecia la mañana. Se despiertan por la fuerza, con la ayuda del despertador,que destruye su sueño como un hacha y se entregan repentinamente a una lastimosa prisa. ¡Ya me dirá usted que clase de día es el que empieza con esa clase de violencia! Que puede pasarle a la gente cuando recibe diariamente con la ayuda del despertador un pequeño shock eléctrico. Diariamente tienen que acostumbrarse a la violencia y desacostumbrarse al goce. Créame lo que decide el carácter de la gente son las mañanas.
Hoy desperté con el deseo de viajar, de recorrerte por completo, desde tu frondoso norte hasta tu escarpado sur. Quiero atravesar tu continente de punta a punta, sentir cada curva, arroparme con el calor de tu suave asfalto y relajarme con la inmensidad del paisaje que se va dibujando ante mis ojos. Sólo me detendría para llenar mi tanque de nueva energía y con ella asegurar el rumbo para que no queden espacios sin visitar. Allá voy, con mi licencia para amarte tengo el privilegio de conducir hasta con los ojos cerrados.
Cada día se abre ante nosotros una ocasión extraordinaria para escuchar a nuestro corazón, olvidarnos de la imposibilidad, disfrutar el camino y devolverle a los sueños el decoro, la importancia y el lugar que merecen. Es hora de levantar la voz y recordarnos que solo tenemos una vida y que tiene que valer la pena. - Pablo Arribas
En ese instante oí que se quebraba algo en mi interior, por un instante pensé que era mi corazón, pero no, el corazón no se rompe… Después entendí que se me había roto la esperanza y estaba saliendo por mis ojos tibia y salada…
La vida es una cuestión de nervios, de fibras, de células lentamente formadas, en las que se esconde el pensamiento, la pasión tiene sus sueños. Puede que ahora te creas a salvo y te consideres fuerte. Pero un casual tono de color en una habitación, un cielo matinal, un perfume peculiar que hayas amado y que te trae sutiles recuerdos consigo, un verso de un poema olvidado que vuelve a tu memoria, una cadencia de una pieza musical que has dejado de tocar, de todo esto, Dorian, te lo digo, de todas estas cosas parecen depender nuestras vidas.
Enamorarse es fácil, no conlleva ningún trabajo. Es un acto natural en el que generalmente uno no decide o no tiene la intención de entrometerse con conciencia plena. En cambio, permanecer con la persona de la que uno se enamoró tiempo atrás, es una cuestión mucho más meritoria. Es un acto de lealtad a uno mismo y al otro, una decisión que se asume, un compromiso que se elige. A partir de estas declaraciones uno comienza a vislumbrar los cimientos del verdadero amor.
Hay personas mágicas...Te lo prometo. Las he visto. Se encuentran escondidas por todos los rincones del planeta. Disfrazadas de normales. Disimulando su especialidad. Procuran comportarse como los demás. Por eso, a veces, es tan difícil encontrarlas.
Pero cuando las descubres....ya no hay marcha atrás. No puedes deshacerte de su recuerdo. No se lo digas a nadie, pero dicen que su magia es tan fuerte, que si te toca una vez, lo hace para siempre"
Este corazón, única cosa de la que estoy orgulloso, única fuente de toda fuerza, de toda felicidad y de todo infortunio. Lo que yo sé, cualquiera puede saberlo, pero mi corazón es solamente mío.
- ¿Qué piensas de las mujeres? - No soy un pensador. Cada mujer es diferente. Básicamente parece que sean una combinación de lo mejor y lo peor, lo mágico y lo terrible. Estoy contento de que existan, de todas maneras.
Al fin. A las siete y media salí de la oficina y fui al apartamento. Ella había llegado antes, había abierto con su llave y se había instalado. Cuando llegué me recibió alegremente, sin inhibiciones, otra vez con un beso. Comimos. Hablamos. Reímos. Hicimos el amor. Todo estuvo tan bien, que no vale la pena escribirlo. Estoy rezando <<Que dure>>, y para presionar a Dios voy a tocar madera sin patas.
La tierra de la que soy parte, vuelve a estar en su recorrido casi eterno en el mismo lugar que cuando nací, algunas semanas después que fui concebido... esto nos sirve a la mayoría para reflexionar los que hemos hecho bueno y lo que no, hasta donde nos hemos atrevido a ser, a estar y hacer, para darnos cuenta y valorar lo que hemos perdido y lo que hemos ganado en el camino que ha seguido nuestra consciencia, nuestra gran compañera...
Así, cada cumpleaños es un dulce y amargo recordatorio de nuestra existencia viva y que, a plena consciencia nos dice que cada vez que llegamos a una nueva edad con menos tiempo en la reserva pero, ojala sea así, con mayores vivencias y mas hambre de futuro y que nos haga pensar que lo que realmente vale, mas allá de todos los buenos deseos que se reciben de todos los que los dan, sea uno el que se se pueda decir, pleno, satisfecho y con ganas de seguir viviendo; y que ojala, mientras sigas estando vivo, tengas muchos deseos de seguir viviendo.
¡Qué vida la mía!, ayer lloré, hoy reí, ¿mañana qué? Me han dicho que por allí anda la felicidad rondando, ¿será que ya me toca? Voy a ponerme mi mejor traje. Uno nunca sabe, uno nunca sabe…
―¿Qué culpa tengo yo? ―Ninguna, niña, ninguna. Todos los novios se pelean. Y la mitad del gusto de ser novios está en pelear para contentarse y volver a pelear para volver a contentarse. [...] Los casados pelean menos. Los que pelean son los que se quieren.
La ausencia paulatina de tu interés por mí, la falta progresiva de tus “buenos días”, la elección egoísta de tu lejanía fueron los que determinaron que no hiciera falta viajar a Macondo; bastaba besar tus labios para sentir… cien años de soledad.
Actualmente los laboratorios invierten más en mejorar y producir viagra y en desarrollar mejores prótesis mamarias que en medicamentos para el Alzheimer. Esto provocará -en el curso de unos años- que más gente de la tercera edad tendrá mejores erecciones y senos más prominentes, pero no recordarán para que los tienen.
El amor no es y no puede ser simple afecto. No se trata de costumbre o de amabilidad. El amor es locura, es el corazón que late a dos mil por hora, la luz que surge de noche en pleno atardecer, las ganas de despertarse por la mañana sólo para mirarse a los ojos.
Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada.
Es admirable cómo todos los hombres están compendiados en Don Juan. A medida que uno los va conociendo mejor, advierte que aquel personaje es su más fiel retrato. Todos sueñan con las «mil y tres». Todos sueñan con disfrazarse del amante para entrar en la alcoba de la amada ajena. A todos les cosquillea en la imaginación el rapto de la monja. Y al ver una mujer, lo primero que todos piensan es cómo haría yo, si tuviera que hacerlo o si pudiera hacerlo, para añadir ésta a mi lista. No para nada especial. No para ningún refinamiento que no tenga también un gallo. Sino para aumentar la lista y poder cantar sus «mil y tres».
Yo solía pensar que el tiempo era un ladrón, robando todo lo que amaba. Ahora comprendo que el tiempo te da algo antes de quitarte algo. Y cada día es un regalo, cada hora, cada minuto, cada segundo.
–Te lo explicaré en pocas palabras. Cada vez que pienso en ella me duele todo, hasta el último de los 206 huesos que me sostienen en pie. Pero me moriría si pasara un día sin recordar su sonrisa, sin perderme en esos ojos que tanto me hicieron soñar... Eso es lo que yo llamo ser un reverendo masoquista.
- Leunam
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Es que ya lo sabía que robarías mis noches y mis días
Te quiero cuando tienes frío estando a 21º, te quiero cuando tardas una hora para pedir un bocadillo, adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco, te quiero cuando después de pasar el día contigo mi ropa huele a tu perfume y quiero que seas tú la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches. Y eso no es porque esté solo ni tampoco porque sea nochevieja. He venido aquí esta noche porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible.