¿Ya no anhelas venganza?... Y entonces te das cuenta de que ésa es la verdadera venganza, la única, la perfecta: ya no quieres saber nada de él, no le deseas nada malo ni nada bueno, ya no puede hacerte sufrir.
- "La mujer justa", Sándor Márai
Acabo de leer una pregunta que dice: si la felicidad tuviera un olor, ¿a qué olería? Y creo que la felicidad huele a calor de hogar, a llama...