Es una de esas cosas que es mejor no pensarlas, porque si no puedes volverte loco. Cuando despiertas una mañana y ya no la amas. (...) Cuando ves un tren y piensas tengo que largarme de aquí. Cuando te miras en el espejo y te das cuenta de que eres viejo.
Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia"
Me da bastante tristeza cuando estás escuchando a una persona hablar de alguna de sus pasiones o algo que les gusta mucho, de como se les ilumina el rostro y sus palabras salen como burbujas y de pronto se detienen, y dicen algo como “perdona si te estoy aburriendo” o “disculpa, me emocioné”. Y es ahí donde te das cuenta que alguna vez en sus vidas alguien a quien querían o respetaban mucho les dijo “cállate, eso a nadie le interesa”, y desde entonces no pueden hablar de sus cosas favoritas sin disculparse cada dos minutos.
Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo…¿Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.?
Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, ¿os ha venido su nombre a la cabeza.? Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.
Dicen que, cuando estás a punto de morir, tu vida pasa por delante de tus ojos. Lo que nunca te dicen es que, cuando ves morir a alguien a quien has querido, cuando ves que se debate entre esta vida y la siguiente, te resulta doblemente doloroso, porque lo que pasa delante de tus ojos no es una, sino dos vidas que recorrieron juntas una parte del camino.
No intento ser ese gran amor de tu vida, ese que exige te demanda y luego te olvida. Simplemente intento ser, ese que disfruta, cada instante y cada segundo de tu compañía.
Ese que en aquella noche de verano, bajo un cielo repleto de estrellas, encontró en un abrazo, y en un beso tuyo, la felicidad que creía perdida.
No quiero ser tu dueño, tu pastor, tu guía, ese que te dice lo que tienes que hacer y luego te margina.
Simplemente intento ser, ese que te quiere y te mima. ese que en aquella madrugada de desvelo, feliz extasiado, intensamente disfrutó de la paz de tu rostro, mientras dormías...
No me interesa ir de visita por tu vida, ser el gran señor... que te llena de cosas por fuera y por dentro te vacía.
Solo intento ser, el que te provoque una sonrisa. ese que aquel día poniéndose romántico enmarcó la belleza de tu rostro y le escribió una dulce poesía.
No me interesa ser ese que de rodillas suplica tu amor, ese que te tortura y lastima, con su fuerte obsesión. solamente ansió ser, aquel que naturalmente desees.
Ese que en una impensada y casual noche, fue el dueño de tu confianza, por única vez protagonista sin ninguna restricción, de la completa entrega de tu pasión.
Solo intento ser, aquel que te pueda enseñar: que quizás exista el amor eterno. que tal vez la felicidad tenga dueño, que cada instante compartido, pueda ser un mágico sueño, del que no se quiera despertar...
Solo pretendo ser únicamente yo, ese loco perdido que te quiere, ese poeta que se anima a decir sin miedo todo lo que siente:
¡Te amo intensamente como ayer, como hoy, como lo haré siempre!.
Mientras tú seas feliz, ¡que más da lo que digan los demás¡ Tú vive tu vida, que nadie va a poder hacerlo por ti. Nadie excepto tú pagarás por tus equivocaciones o por tus aciertos. Jamás se te olvide esto, María.
Nos dicen que a tus años y a mis años ya no tenemos edad para amarnos. Que nos espera por todo hogar las cuatro paredes de un asilo, como única ventana la luz de un televisor, como única emoción las partidas de cartas, como única compañía el calor de un animal y como única esperanza esperar un nuevo día.
¡Yo sigo vivo!. Mis manos todavía pueden acariciar, y mis labios se mueren por volver a besar los tuyos. Mis pies aún recuerdan los viejos pasos de baile, y mis brazos todavía pueden estrecharte con fuerza, para cálidamente protegerte, otra vez, de cualquier viento.
Ni tus sentimientos ni los míos tienen arrugas, están limpios, claros a la luz de nuestros ojos. Tu cuerpo y el mío hace mucho que dejaron de ser niños; pero tienes los ojos azules de niña traviesa, y mi alma corre todas las tardes a la playa resistiéndose día a día a madurar, para poder volver a jugar entre las peñas, e ir a robar para ti manzanas de los huertos prohibidos. Pero no recuerdes, no quiero recordar el pasado, ni el bueno, ni el malo. Quiero vivir el ahora, el ya, contigo abrazados.
Vivir nuevas emociones, inventar nuevos besos, recorrer nuevos senderos. Antes de volver a encontrarte vagaba como un minero sin luz, entre frías galerías de infinita oscuridad azul, excavando cada día, con mis manos, una nueva razón para vivir. Pero ahora tú eres mi faro, mi razón única, mi esencia. Quiero volver a pasear mis dedos por tu melena, a que vuelvas a sonreír con mis tonterías, a tomar un helado compartido, a acariciarnos en la oscuridad y abrazarnos hasta el amanecer.
No me hables de los años pasados y perdidos, el único tiempo para mi baldío es el que pasa sin estar a tu lado, sin poder decirte que te quiero, sin querer amarte, sin amar hasta querer morir en tus brazos, sin morir por tu querer, sin querer que me ames como yo te quiero, y te amo, y muero. Y sé que me quieres; porque la luz de tus ojos es la misma de siempre y tus ojos nunca han mentido.
El tiempo ha pasado y nuestras vidas han corrido y tropezado muchas veces. Maldigo a la parca que ha jugado con los hilos de nuestro destino. Pero ahora volvemos a unirnos, no en nuestra hora final, sino en una nueva hora primera.
Que digan lo que digan nuestros hijos y nietos, que puede que lleven nuestra sangre; pero no nuestros sentimientos. Que a tus años y a los míos vamos a amarnos hasta el último suspiro.
Lo que da sentido a la vida son los momentos. Hay quien les da mucha importancia y quien los deja pasar como si nada sucediera.
Momentos que para el mundo igual son una mierda y para ti significan todo.
Tú si que los entiendes.
Esos días que amanecen despejados y notas el sol entrando por la ventana. El primer ”Te quiero”, que hace que te mueras de verguenza. La primera vez que te dejan, que te quedas mirando a un punto fijo con ganas de no dejar de llorar escuchando esa canción que ya recordarás para siempre. Cuando tus pies se mojan en la playa. La risa de un niño. Cómo cerramos los ojos cuando algo está a punto de caer. Cuando se muere ese familiar, tan cercano que darías la vida por él. Discutir con un amigo y que ninguno de el brazo a torcer. Cómo tiembla tu cuerpo después de ese orgasmo tan intenso que no te deja moverte.
Esa cicatriz de tu cuerpo que tú conoces y casi nadie más. Despertar de ese sueño del que jamás hubieras despertado por poder continuarlo. Ver que ese desconocido, en algún momento, fue tu mayor conocido. Y sobre todo, saber que dos personas que se recuerdan cuando ni hablan, son capaces de todo.
Desapegarse es renovar los votos de esperanza en si mismo, es darse una nueva oportunidad para construir una nueva historia, una mejor. Libérese de todo aquello que no le ha hecho bien.
Perdona si te digo que te quiero, pero hace rato que se me quiere escapar del pecho. Y créeme que trato de ahogarlo apretando el labio de abajo, mordiéndome la lengua y usando otros trucos, que para qué contarte. Pero de vez en cuando me miras y siento el gusto de un te quiero encarnado en la garganta. Así que, si me dejas, hoy te digo que te quiero. Te quiero de la boca para afuera, del corazón para dentro y del ombligo para abajo. Te quiero con las manos abiertas, con los ojos cerrados y te quiero con el alma. Te quiero tanto, hace tanto tiempo, que ya es tiempo de dejar de quererte en silencio.
Jean Paul Sartre, filósofo, novelista, dramaturgo, francés.
Tú sabes que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera. Hasta hay un momento, al principio mismo, en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona, no lo hace. Sé que nunca más saltaré.
Uno piensa que tendrá tiempo de decir las cosas, y cuando se quiere dar cuenta ya es demasiado tarde. Uno piensa que basta con dar muestras de cariño, con hacer gestos, pero no es verdad, hay que decir lo que se siente.
Yo quiero proponerle a usted un abrazo, uno fuerte, duradero, hasta que todo nos duela. Al final será mejor que me duela el cuerpo por quererle, y no que me duela el alma por extrañarle.
Cuando camines, camina junto a los soñadores, a los que confían, a los que tienen coraje, a los alegres, a los que hacen planes, a los que actúan, todos aquellos que tienen la cabeza en las nubes pero los pies en la tierra. Deja que su espíritu encienda tu fuego interno para que entonces puedas también dejar el mundo mejor de lo que lo encontraste.
Si en la lucha el destino te derriba. Si todo en tu camino es cuesta arriba. Si tu sonrisa es ansia insatisfecha. Si hay faena excesiva y mala cosecha. Si a tu caudal se contraponen diques, date una tregua. ¡Pero no claudiques!”
La valentía no se limita al campo de batalla. Las verdaderas pruebas de valor son mucho mas profundas y calladas. Son las pruebas internas, como la de ser fieles cuando nadie nos mira, como la de soportar el dolor cuando la habitación se halla vacía, como la de quedarnos solos cuando nadie nos comprende.
La felicidad, al fin y al cabo, es una actividad original, hoy en día. Queda demostrado al tener que ocultarnos para disfrutarla. La felicidad hoy es como el crimen de derecho común: niéguelo siempre. No vaya diciendo, así, sin mala intención, ingenuamente: soy feliz. Porque enseguida se topará alrededor suyo, con su condena en bocas caninas. ‘Con que usted es feliz, joven, ¿y qué piensa de las guerras, de los inmigrantes que mueren en los mares de Europa, eh?’. Y de repente, nos volvemos tristes como mondadientes. Pero a mí me parece que hay que ser fuertes y felices para ayudar a la gente en su desgracia. - Albert Camus
Yo te amo irracionalmente, anormalmente, locamente, y nada puedo hacer para evitarlo. La culpa es tuya, eres magnífico. Abrázame con el pensamiento entre tus brazos y piensa que nada cuenta en el mundo aparte de tú y yo. - Edith Piaf a Marcel Cerdan
♪ ♫ ♩ ♬
El cielo azul sobre nosotros puede colapsarse Y la tierra puede desmenuzar No me importa. Si me amas No me importa el mundo entero Mientras el amor flote mis mañanas Mientras mi cuerpo tiembla bajo tus manos No me importan los problemas Mi amor, ya que me amas
Nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos.
A veces nos disponemos a estrellarnos y no lo sabemos. Ya sea casual o deliberadamente, no hay nada que podamos hacer al respecto.
Una chica en París se disponía a ir de compras, pero se le olvidó el abrigo y volvió a por él. Cuando cogió el abrigo sonó el teléfono, así que se detuvo a cogerlo y habló un par de minutos. Mientras la chica estaba al teléfono, Daisy ensayaba para una actuación en la Ópera de París, y mientras ensayaba, la chica, una vez hubo colgado el teléfono, salió a coger un taxi. Un taxista se había bajado, tras dejar al último pasajero, a tomar un café. Y mientras tanto, Daisy seguía ensayando. El taxista que se había bajado, tras dejar al último pasajero, a tomar un café, recogió a la chica que iba de compras y que había perdido el taxi anterior. El taxi tuvo que detenerse para no atropellar a un hombre que había salido hacia el trabajo cinco minutos más tarde por haber olvidado poner la alarma. Mientras ese hombre, que llegaba tarde al trabajo, cruzaba la calle, Daisy había terminado de ensayar, y se daba una ducha. Y mientras Daisy se duchaba, el taxi esperaba afuera de la boutique a que la chica recogiera un paquete que no le habían envuelto aún, porque la dependienta que tenía que envolverlo había roto con su novio la noche anterior, y se había olvidado. Una vez envuelto el paquete, la chica, ya en el taxi, vio como un camión de reparto se cruzaba en su camino. Mientras tanto, Daisy se arreglaba. El camión se apartó y el taxi pudo avanzar. Mientras Daisy, la última en vestirse, esperó a una de sus amigas, a la que se le había roto un cordón. Mientras el taxi estaba parado, esperando que cambiara un semáforo, Daisy y su amiga salieron por la puerta de atrás del teatro.
¿Y si tan sólo una cosa hubiera ocurrido de otra forma? Si ese cordón no se hubiera roto, o ese camión se hubiera apartado segundos antes, o ese paquete hubiera estado envuelto porque la dependienta no hubiera roto con su novio, o ese hombre hubiera puesto la alarma y se hubiera levantado cinco minutos antes, o ese taxista no se hubiera parado a tomar un café, o esa chica no se hubiera dejado el abrigo y hubiera cogido el taxi anterior… Daisy y su amiga hubieran cruzado la calle, y el taxi habría pasado de largo.
Pero siendo la vida como es, una serie de vidas cruzadas e incidentes que escapan a nuestro control, ese taxi no pasó de largo. Y ese taxista se distrajo un segundo. Y ese taxi atropelló a Daisy y le destrozó la pierna.
Films: El curioso caso de Benjamin Button",F. Scott Fitzgerald
¿Es posible amar sin equivocarnos tanto y que el sufrimiento sea la excepción y no la regla? ¿Cómo amar sin morir en el intento y aun así disfrutarlo y sentir su irrevocable pasión?
Los principios enunciados por Riso son:
Si ya no te quieren, aprende a perder y retírate dignamente. Evita el sacrificio irracional: no te anules para que tu pareja sea feliz. ¿Ni contigo ni sin ti? ¡Corre lo más lejos posible! El poder afectivo lo tiene quien necesita menos al otro. No siempre un clavo saca a otro: a veces, los dos se quedan adentro. Si el amor no se ve ni se siente, no existe o no te sirve. No idealices al ser amado: míralo como es, crudamente y sin anestesia. El amor no tiene edad, pero los enamorados si. Algunas separaciones son instructivas: te enseñan lo que no quieres saber del amor.
Era demasiado amor. Demasiado grande, demasiado complicado, demasiado confuso, y arriesgado, y fecundo, y doloroso. Tanto como yo podía dar, más del que me convenía. Por eso se rompió. No se agotó, no se acabó, no se murió, sólo se rompió
Sabes que al aceptar la aventura con tu amante no estás tomando la dirección correcta. Eres consciente de que vas a hacer daño a más de una persona. Sin embargo, no eres capaz de enfrentarte a la tan arrolladora llamada que ha tambaleado tu corazón. "Y para los amantes su amor desesperado podrá ser un delito... pero nunca un pecado".
Es tan curioso: uno puede resistir las lágrimas y 'comportarse' muy bien en las horas más duras de duelo. Pero entonces alguien te hace un letrero amistoso detrás de una ventana, o uno se da cuenta de que de repente ha florecido una flor que estaba brotando ayer, o una carta se desliza de un cajón ... y todo se derrumba.
Siempre creí que el amor consistía en encontrar a la persona adecuada, pero en realidad de lo que se trata es de escoger a la persona adecuada ¿no crees? Se trata de realizar una buena elección y entregarse de corazón.
Pero era inútil, algo extraño le pasaba. Trató de buscar apoyo en Tita pero ella estaba ausente, su cuerpo estaba sobre la silla, sentado, y muy correctamente, por cierto, pero no había ningún signo de vida en sus ojos. Tal parecía que en un extraño fenómeno de alquimia su ser se había disuelto en la salsa de las rosas, en el cuerpo de las codornices, en el vino y en cada uno de los olores de la comida. De esta manera penetraba en el cuerpo de Pedro, voluptuosa, aromática, calurosa, completamente sensual.
Parecía que habían descubierto un código nuevo de comunicación en el que Tita era la emisora, Pedro el receptor y Gertrudis la afortunada en quien se sintetizaba esta singular relación sexual, a través de la comida.
Pedro no opuso resistencia, la dejó entrar hasta el último rincón de su ser sin poder quitarse la vista el uno del otro. Le dijo:
– Nunca había probado algo tan exquisito, muchas gracias.
Esperar a que te quieran puede ser una de las experiencias mas humillantes y tristes, “Ya no me abraza, ya no se preocupa por mi” o “Nunca me he sentido realmente amado o amada”. ¿Que esperas entonces? Mendigar amor es lo peor de las indigencias, porque lo que esta en juego es tu persona, y si el otro, el que esta por encima, acepta dar limosnas, no te merece.
Si es evidente que no te quieren y sigues allí a la espera de la resurrección amorosa, dispuesta o dispuesto a responder a cualquier insinuación, te extralimitaste: estás del otro lado. Y si tú. sensación de insatisfacción afectiva persiste a pesar de tus justos reclamos, ya tienes resuelto el problema. No hay dudas: no te aman, y alguien tiene que irse.
El amor rejuvenece, nos hace sentir carajitos (al menos por dentro), incluso infantiles y es por ello que a veces siento un desfase entre mi cuerpo y mente lo cual crea inconvenientes discusiones entre mi consciente y mi mejores aliados (subconsciente e Inconsciente) quienes suelen apalearlo y dejarme con mis divagaciones infantiles. Cuando se está enamorado no existe el ridículo ni la exageración, es el pueblo sin ley, donde puedes hacer cualquier cosa en nombre del amor.
No hay que pararle bolas a la vida, ni a quienes redujeron su vida a quejarse de ser infelices. Busca el amor en un chat aunque te lleves coñazos y decepciones; cree en el amor a primera vista aunque seas medio ciego, sal del clóset mental y socializa, ve a una tasca sol@ aunque te digan que es cosa de put@s, cree en las personas a pesar de ellas mismas pues ten la seguridad que hay una al igual que tú buscando el amor y la felicidad que tu quieres brindar y dar a cambio lo que tú necesitas. A pesar de guerras, de la maldad, del racismo, del odio, de todas las incomprensiones de la vida, no hay mayor poder que el del amor…