Procrastinar

Cuando llegué me recibió alegremente, sin inhibiciones...


Viernes 28 de Junio:

Al fin. A las siete y media salí de la oficina y fui al apartamento. Ella había llegado antes, había abierto con su llave y se había instalado. Cuando llegué me recibió alegremente, sin inhibiciones, otra vez con un beso. Comimos. Hablamos. Reímos. Hicimos el amor. Todo estuvo tan bien, que no vale la pena escribirlo. Estoy rezando <<Que dure>>, y para presionar a Dios voy a tocar madera sin patas.

- Mario Benedetti, La Tregua

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Tú no besas...