Contar tus planes puede influir a que no los lleves a cabo y existe una explicación lógica más allá de la superstición. Derek Sivers, se basa un fenómeno llamado realidad social y explica como el cerebro cree en las palabras que dices y genera esa sensación de satisfacción que sentirías al cumplir tu objetivo.
Recuerda la emoción que sentiste al contar lo maravilloso que sería el viaje que nunca hiciste. Mejor aún, recuerda cuando comentaste tu idea de negocio y el éxito que tendrías al llevarla a cabo y como te expandirías, las cosas que comprarías y compartirías con esa persona con la que platicabas en ese momento. ¿Te sucedió?
Cuando necesites contar tus planes hazlo de tal forma que puedas evitar la mayor cantidad de satisfacción simulada, concéntrate en lo que tienes que hacer para llevarlos a cabo y no en los resultados.
Nuestro cerebro tiene que ser educado para no confundir la realidad con la realidad social, evita que pruebe una dosis de satisfacción simulada porque puede ocurrir que en la realidad sólo necesite una pequeña dosis más para sentirse pleno.
Así que recuerda, no es que “al contar tus planes se te salen”, simplemente estás alimentando a tu cerebro con satisfacción simulada de una realidad social.
Fuente: paperblog
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