Querida Francesca:
En mi imaginación, en mañanas neblinosas o en tardes en que el sol se pone sobre las aguas al noroeste, trato de pensar qué puede ser de tu vida y qué estarás haciendo mientras pienso en ti. Nada complicado… salir al jardín, sentarte en la hamaca del porche, estar de pie ante la pileta de la cocina. Cosas así. Recuerdo todo. Tu olor, tu sabor de verano. La sensación de tu piel contra la mía, tus susurros cuando te amaba.
Te amo profundamente, totalmente. Y será siempre así.
El Ultimo cowboy, Robert
Films: Los Puentes de Madison, fragmento carta póstuma.
Entregue mi vida a mi familia,
quiero entregar a Robert lo que queda de mi...
- Francesca
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