Me daré un buen tiempo mientras la vida me premia con ese amor que merezco. Dejaré de creer en las palabras bonitas, pero seguiré leyendo poemas de amor. Dejaré de oír a mis hormonas y acumularé mi verano para quien sepa tocarme el alma y no dañarme el corazón. Estaré en paz conmigo, en construcción, en demolición de lo que ya no sirve y daña mi vida; haré que el tiempo valga la pena, pero sobre todo, haré espacio en mi existencia para que llueva lo bueno y algún día junto a alguien por fin todo huela a felicidad.
-Andrés Alfonso
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