Procrastinar

Para un padre, el calendario más veraz es su propio hijo.


Para un padre, el calendario más veraz es su propio hijo. En él, más que en espejos o almanaques, tomamos conciencia de nuestro transcurrir y registramos los síntomas de nuestro deterioro. El diente que le sale es el que perdemos, el centímetro que aumenta el que empequeñecemos, las luces que adquiere las que en nosotros se extinguen, lo que aprende lo que olvidamos y el año que suma el que se nos sustrae. Su desarrollo es la imagen simétrica e invertida de nuestro consumo, pues él se alimenta de nuestro tiempo se construye con las amputaciones sucesivas de nuestro ser.

- Julio Ramón Ribeyro - Prosas Apátridas


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