No todos los amores merecen ser vividos. Sólo aquellos que nos permiten amar de pie. El precio del amor jamás puede ser la pérdida de la divinidad, porque la dignidad es otro de los nombres del amor propio.Solo puede amar sanamente quien tiene algo noble para dar y, para eso, es imprescindible comenzar por respetarse a sí mismo.
Los amores que humillan nos cosifica, nos transforman en objetos, y un objeto no es capaz de dar amor. Si alguien está en una relación enferma, lo mejor será que la abandone, aunque duela. Será el dolor que implique el trabajo de duelo, que puede durar meses, pero pasará.
:- Gabriel Rolón, El precio de la pasión
:- Gabriel Rolón, El precio de la pasión
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