Asientos vacíos
Lo más duro de este día son los asientos vacíos,
el tío que ya no contará sus malos chistes,
la tía que ya no llegará con su ensalada especial,
mamá sin su extravagante perfume de flores,
papá sin sus canciones clásicas y ruidosas.
Pero... hay asientos ocupados, vale la pena ser feliz por ellos,
no por no echar de menos a los que se han ido,
pero sino ¿cuándo aprenderé a vivir el día a día?
Hoy solo abrazaré los recuerdos,
pero sin quitar mi corazón del presente.
-Gilraen Eärfalas
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