Procrastinar

Desde chicas nos enseñaban que no debíamos hablar con extraños...


Desde chicas nos enseñaban que no debíamos hablar con extraños y que debíamos cuidarnos del Sátiro. El Sátiro era una entidad tan mágica como, en los primeros años de la infancia, la Solapa o el Viejo de la Bolsa. Era el que podía violarte si andabas sola a deshora o si te aventurabas por sitios desolados. El que podía aparecer de golpe y arrastrarte hasta alguna obra en construcción. Nunca nos dijeron que podía violarte tu marido, tu papá, tu hermano, tu primo, tu vecino, tu abuelo, tu maestro. Un varón en el que depositaras toda tu confianza.

- Selva Almada, Chicas muertas

No hay comentarios:

Dime por favor donde no estás...

Dime por favor donde no estás,  en qué lugar puedo no ser tu ausencia,  dónde puedo vivir sin recordarte,  y dónde recordar, sin que me duel...