Y comencé a comprender también que el dolor, los desengaños y la melancolía no existen para molestarnos, para sumirnos en un abismo de desasosiego e inutilidad, sino para poner a prueba nuestro temple y madurar nuestro ser.
- Hermann Hesse
Dime por favor donde no estás, en qué lugar puedo no ser tu ausencia, dónde puedo vivir sin recordarte, y dónde recordar, sin que me duel...
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