Hay necesidades físicas y emocionales que solo podemos satisfacer interactuando con otra persona. Lo difícil es... encontrar a la persona apropiada para ello.
Si conoce a alguien que está deprimido, resuelva nunca preguntarle por qué. La depresión no es una respuesta directa a una mala situación; la depresión simplemente es, como el clima.
Trata de comprender la oscuridad, el letargo, la desesperanza y la soledad que están atravesando. Esté allí para ellos cuando pasen por el otro lado. Es difícil ser amigo de alguien que está deprimido, pero es una de las mejores cosas más amables, nobles y mejores que jamás harás .
La mayoría de los mortales nunca llegamos a conocer nuestro verdadero destino; simplemente somos atropellados por él. Para cuando levantamos la cabeza y lo vemos alejarse por la carretera ya es tarde, y el resto del camino lo tenemos que hacer por la cuneta de aquello que los soñadores llaman la madurez. La esperanza no es más que la fe de que ese momento no haya llegado todavía, de que acertemos a ver nuestro verdadero destino cuando se acerque y podamos saltar a bordo antes de que la oportunidad de ser nosotros mismos se desvanezca para siempre y nos condene a vivir de vacío, añorando lo que debió ser y nunca fue.
- Carlos Ruiz Zafón, El laberinto de los espíritus
—Si lo piensas, cuando tienes diecinueve años también tienes dieciocho, y diecisiete, y dieciséis, y quince, catorce, trece, doce, once... Hasta un año. Te pasas la vida despertando la mañana de tu cumpleaños esperando sentirte distinto, pero no. Todo sigue igual que ayer. Y no sientes que hayas cumplido diecinueve años, te sientes como dieciocho. Pero también los tienes. Por eso habrá días que dirás algo estúpido y esa será la parte de ti que todavía tiene diez años. O quizás algún día necesites buscar los brazos de tu madre porque estás asustada, y esa es la parte de ti que tiene cinco años. Y por eso, quizás, cuando seamos adultos, también necesitaremos llorar como si tuviéramos tres años. Y está bien. A veces necesitamos llorar porque nos sentimos niños.
Hoy es uno de esos días en que uno solo espera que alguien le diga algo bonito, algo que le saque de sus decepciones circulares de una historia de amor pasada de rosca o de la inquietud de esperar sentado a que en el congreso digan que hay una lluvia de abrazos sobre la ciudad. Porque la mayoría de las cosas que terminan suelen dejarte la vida rota en el sofá y aveces resulta agotador tratar de ser fuerte.
- Marwan, La triste historia de tu cuerpo sobre el mío.