Procrastinar

¡Qué amor había sido el suyo, libre, extraordinario!


¡Qué amor había sido el suyo, libre, extraordinario, que a ninguno podía compararse! Habían pensado y comprendídose como otros cantan. Se habían amado no porque fuera inevitable, no porque habían sido "arrastrados por la pasión", como suele decirse. Se amaron porque así lo quiso todo cuanto les rodeaba: la tierra a sus pies, el cielo sobre sus cabezas, las nubes y los árboles.

- Doctor Zhivago


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