Los ojos, como veremos una y otra vez, son tan importantes en la limerencia que ellos, no los genitales o incluso el corazón, pueden llamarse los órganos del amor.
- Dorothy Tennov, Amor y Limerence: la experiencia de estar enamorado
Dime por favor donde no estás, en qué lugar puedo no ser tu ausencia, dónde puedo vivir sin recordarte, y dónde recordar, sin que me duel...
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