Eso es todo. Ese día mi abuelo me explicó que nosotros somos distintos de los animales, que solo hacen lo que su naturaleza les dicta. En cambio, nosotros somos libres. Es el mayor don que hemos recibido. Gracias a la libertad podemos convertirnos en algo distinto de lo que somos. La libertad nos permite soñar y los sueños son la sangre de nuestra vida, aunque a veces cuestan algún azote y un largo viaje. «Jamás renuncies a tus sueños. Nunca tengas miedo de soñar, por mucho que los demás se rían de ti», eso me dijo mi abuelo, «pues si lo haces renunciarías a ser tú mismo». Aún recuerdo los ojos brillantes con que subrayó sus palabras.
- Alessandro D'Avenia, Blanca como la nieve, roja como la sangre
♪ ♫ ♩ ♬
Como un libro el corazón
nos enseña que hay temor
que hay fracasos y maldad
que hay batallas que ganar
y en cada página el amor
nos convierte en luchador
y descubre lo común
no hay un héroe como tu
No hay comentarios:
Publicar un comentario