– Algún día seré un caballero del Rey (comenta el pequeño mientras observa un desfile militar)
– ¡Ja, Ja, Ja! ¿Un caballero? ¡El hijo de un techador quiere ser un caballero! (se burla un vecino molesto por los sueños de un niño demasiado ambicioso) Sería más fácil cambiar las estrellas, antes que seas un caballero.
El niño siente la daga del sentido común que lo atraviesa. La lógica dice que él no tiene sangre de nobleza, ya lo dijo el vecino: Es el hijo de un techador, apenas un reparador de goteras. Sin embargo tiene una esperanza, débil, pero esperanza al fin.
– ¿Podré algún día cambiar las estrellas? (pregunta a su padre)
– “Siempre que quieras, podrás cambiar tu estrella” (responde el sabio techador)
Films: Corazón de Caballero
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