Me da bastante tristeza cuando estás escuchando a una persona hablar de alguna de sus pasiones o algo que les gusta mucho, de como se les ilumina el rostro y sus palabras salen como burbujas y de pronto se detienen, y dicen algo como “perdona si te estoy aburriendo” o “disculpa, me emocioné”. Y es ahí donde te das cuenta que alguna vez en sus vidas alguien a quien querían o respetaban mucho les dijo “cállate, eso a nadie le interesa”, y desde entonces no pueden hablar de sus cosas favoritas sin disculparse cada dos minutos.
- Desconozco el autor
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