Brindo sobre todo, por los que espero nunca soltar.

Hay personas que hasta que no las dejas no te das cuenta de cuánto NO las necesitabas. Y personas que cuando las ves te das cuenta de cuánto SÍ, las extrañabas.

¿Cuántas veces forzamos vínculos sólo por no perder? El ego, las ganas de ser querido, la necesidad de sentirse aceptado o el pánico que a algunos nos da no ser valorados. Pertenecer, no quedar afuera, me han llevado a estar en lugares, reuniones, charlas, o programas que ni siquiera me interesaban. He puesto energía en relaciones que de entrada supe que no andarían. Porque no todas las relaciones funcionan ni son adecuadas. Es finalmente cuando podemos verlo o cuando soltamos, que nos damos cuenta de cuánta energía nos llevaban. De repente te sentís mas liviano...

Y hay personas con las que me pasa exactamente lo opuesto. Hay una distancia real. Impuesta por kilómetros o falta de tiempo. Ando por la vida viviendo sin ellas pero cuando las veo, cuando me abrazan, toda la distancia se vuelve nada, toda la emoción nos llena el alma, la alegría de volver a coincidir mezclada con un poco de nostalgia. Esos son mis vínculos mas verdaderos, los que perduran en el tiempo, los que se sostienen a puro sentimiento, atados con risas y lagrimas y encuentros y desencuentros y ausencia y presencia. Todo mezclado sin ningún tipo de lógica mas que la de la vida dando vueltas y sin mas razón que genuina elección.

Brindo por los que estuvieron, por los que me dejaron, por los que pude dejar y sobre todo, por los que espero nunca soltar.

- Jess Browne

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Hay amores que se esfuman con los años. 

hay amores que su llama sigue viva. 

los inciertos, que son rosa y son espina. 

y hay amores de los buenos, como tú. 

hay amores que se siembran y florecen. 

hay amores que terminan en sequía. 

los que traen desengaños en la vida. 

y hay amores de los buenos, como tú.