Te abrí mi corazón de par en par y te fuiste metiendo despacito entre mi pasado y mi futuro. Soy absolutamente responsable de quererte y no me quejo, al fin y al cabo tu sonrisa me basta para palear esos días en que todo parece desmoronarse. Mi corazón te piensa y mi cabeza se espanta porque sencillamente no entiende ciertos códigos del amor. Por ahora eso me tiene sin cuidado, mientras ellos se debaten entre el sentir y la razón yo te sigo queriendo cada día un poco más.
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