Mi consejo es que te vayas lejos, bien lejos. Lejos de las personas complicadas y de las horas malgastadas. Lejos de los problemas, de los reclamos y de las penas. Lejos de todo lo que resta, de lo que apesta y molesta. Lejos de la rutina, de lo que envenena y también contamina.
Mi consejo es que te vayas lejos, bien lejos, porque si no lo hacés, porque si te asustás y decidís, que no, que mejor te quedás en donde no querés estar, es posible que te mueras un rato antes de morir.
- Nicolás Andreoli
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